La viñeta, sí

Autopista de lava, autopista, larga exposición, naturaleza, Fondo de  pantalla HD | Peakpx

Escribí hace algo más de un año mi decidida opinión a favor de introducir el sistema de pago de la viñeta por la utilización de las vías de gran capacidad, para los profanos autovías y autopistas.

Surge ahora, una vez más, la noticia «filtrada» de que se está estudiando en serio y un mandado del ministerio -la ministra se conoce que no se atreve a salir y explicarlo -nos dice con el habitual barullo en el lenguaje y la retórica de quien no está convencido -o no sabe- de lo que habla, que están dudando entre la viñeta y la «tarificación» porque la palabra peaje les parece que suena mal y recuerda a los peajes recientemente desaparecidos y, claro, no es el caso.

¿Qué significa a estos efectos tarificación? Básicamente nada. ¿Y por qué? Hablando para entendernos -y ruego que no vengan corriendo en mi ayuda los expertos en ma­teria tributaria o fiscal, para decirme que no soy técnicamente exacto pues lo expreso para que se comprenda fácil- la tarifa es el montante económico de un impuesto, de una tasa, de la viñeta, del peaje, etc.

Por tanto lo que parece que veladamente, torpemente sin duda, están diciendo es que van a volver los peajes, pero con un nombre que suene mejor.

Una segunda cuestión es la de la posible impug­nación de cualquier medida, por varias razo­nes que lisamente expongo:

  • La existencia del impuesto de matriculación.
  • La existencia del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, conocido como impues­to de circulación.
  • La desaparición de carreteras convencionales sus­tituidas por autovías al desdoblar nacionales.
  • La catarata de impuestos sobre los combus­tibles.

En el caso de los dos primeros, no hay mucho que desbrozar. Si pago por matricular un vehículo será, digo yo, para que circule por las vías públicas (la otra alternativa es, como Indro Monta­nelli, para tenerlo como objeto decorativo o de presunción como algunos personajes que gozan de tener, llenándose de polvo, 15 ó 20 coches).

Si me cobran un impuesto de circulación… no creo menester explicar nada. Si han hecho desaparecer una vía principal para, desdoblándola, convertirla en autovía y no hay alternativa, no me podrán -no me deberán- cobrar por circular por esa autovía.

Si me venden combustibles atiborrados de im­puestos, dos cositas: los combustibles serán para circular y los impuestos se generan porque hay consumo de aquellos, ipara circular!

La última cuestión es la de reiterar que estimo la viñeta como el sistema más bara­to, más leve y más justo y, desde luego, el de más fácil implantación al menor costo. Y, en cualquier caso, solamente procedería su exigencia para las autopistas y las autovías que tuvieran una ruta alternativa por carreteras convencionales. Sería posible además que el distintivo fuera utilizable en vehículos distintos de la misma propiedad al igual que las matrículas en Austria pue­den ser colocadas en un vehículo o en otro ya que no es posible que los dos circulen a la vez (no me digan que se pueden hacer tram­pas, como en todo). Tiene una ventaja adicional y es que se puede fraccionar y facilitarse para 15 días, 1 mes, 3 meses o 1 año o lo que se estime, lo cual hace que sea mas atractivo y justo y no discriminatorio para el turismo potencial.

Cuando escribí la anterior entrada me repli­có vehementemente un amigo. Espero que por lo menos ahora me contradigan dos. En lo que será más difícil contradecirme es en que el sistema actual de gratis total, si queremos -y estoy seguro de que queremos- mantener adecuadamente las carreteras, es insostenible y por ello no habrá mas remedio que hacer alguna suerte de “copago”. Si ya era deficitario el mantenimiento antes, ahora con la reversión de las concesiones y por ello el aumento de kilómetros a atender, el problema se incrementa y se agrava.

Valencia, 1 de noviembre de 2021.

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