Me faltan 36 (y dos)

Cumpliendo lo que dije al hilo de la macroencuesta de XL Semanal, procuré los pasados días que me faltaran menos títulos y, así, compré cinco o seis que no tenía y que creo que puedo leer. Alguno más podrá ser pero ya anticipo que, incumpliendo mi prome­sa, no se alcanzará a completar los 101 porque alguno de ellos no iba a ser leído jamás y, ¿para qué?

De la famosa biblioteca sí que me llamó la atención la presencia de Stefan Zweig, autor que me sonaba pero del que no tenía nada, ni nada había leído. Es curioso y casual que los Reyes Magos me trajeran Momentos estelares de la humanidad de este autor junto a Linea de fuego de Perez-Reverte y algún otro libro más que no hace al caso.

Como andaba enfrascado, en esas fechas, en la lectura de El infinito en un junco, tomé des­pués y en primer lugar el de Zweig y debo reconocer que fue un descubrimiento. Me pare­ció extraordinario, original, de gran calidad narrativa y con estilo fresco y culto y, por ello, corrí a comprar Veinticuatro horas en la vida de una mujer (del que había leído una referencia de su conversión en musical) y a encargar, a una librería de viejo de Madrid, otros títulos suyos.

Llegó el momento de Línea de Fuego. Es un nove­lón, menos equidistante de lo que parece que ha dicho el autor que es, con prejuicios y algo más maniqueo de lo que él desearía; tiene un gran cono­cimiento del tema y de las cuestiones militares y de tácticas y acciones de combate (se nota su experiencia de 20 años de corresponsal de guerra) y trata con dureza y a contracorriente la cuestión de los Comisarios comunistas de Guerra y su desagradable y ominosa influencia en los frentes de batalla y, finalmente, utiliza demasiadas pala­brotas y blasfemias puestas, cómodamente, en boca de otros, lo que no hace disminuir en conjunto su gran do­minio del lenguaje ni añade vulgaridad al relato bien estructurado en el que consigue mantener en todo momento la tensión de los diversos escenarios y los distintos personajes (me parece magistral como construye el habla del cabo de Regulares, Selimán al-Barudi) y están bien resueltos los diálogos. Tampoco se priva -y es de agradecer- de decir lo que tenga que decir de los actores reales, históricos, que van apareciendo a lo largo de la novela. Sería útil que los maquinadores de la Memoria histórica leyeran esta y otras narraciones, de todo signo, para tener una visión más certera de lo que torpemente llevan entre manos. Aparte de su posicionamiento ideológico, se equivocarían menos.

Es una trama particularmente interesante para mí, pues mi padre estuvo allí, y toda la geografía que describe. Gandesa, Mequinenza, Mayals, Fayon, Sierra de Pandols y especialmente la cabeza de puente de Balaguer me resulta tristemente familiar.

Como le seguía dando vueltas al asunto de la Biblioteca Perfecta me he dado cuenta de que en la anterior entrada dejé pasar la oportuni­dad de diseñar mi propia Biblioteca mínima razonable a pesar de mi expresada aversión a las listas (las que hacen otros claro) y para que no se me quede dentro y entendiendo que no hay contradicción con lo que escribí, que no se pontifica y que nada se impone ni siquiera se recomienda, voy a hacer el listado en la advertencia de que los 133 expertos se han reducido a uno, que las consultas se han limitado a uno y que el resultado final, siempre cambiante, siempre provisional y nunca definitivo, es el de uno, para uno. Salvo en los dos primeros números el ordinal no se corresponde con la importancia, la huella dejada o el recuerdo que quede, sea este el que fuere.

0. Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes.
1. El árbol de la ciencia. Pío Baroja.
2. Viaje por Italia. Adolfo de Azcárraga.
3. Diarios. Samuel Pepys.
4. Entre naranjos. Vicente Blasco Ibáñez
5. Los Baroja. Julio Caro Baroja.
6. El problema de ser cristiano. Pedro Laín Entralgo.
7. Antología poética. Antonio Machado.
8. Una historia en dos ciudades. Charles Dickens.
9. Las inquietudes de Shanti Andía. Pío Baroja.
10. Crimen y Castigo. Fedor Dostoyevski.
11. Misericordia. Benito Perez Galdós.
12. El quadern gris. Josep Plá.
13. Los sufrimientos del joven Werther. Johan W, Goethe.
14. Ejemplaridad pública. Javier Gomá.
15. Cuentos. A. Chejov.
16. Nada. Carmen Laforet.
17. La voluntad. Azorín.
18. La vida del Dr. Samuel Jhonson. James Boswell.
19. Nuevas lecturas compulsivas. Felix de Azúa.
20. Fuenteovejuna. Lope de Vega.
21. La buena terrorista. Doris Lessing.
22. Una temporada para silbar. Iván Doig.
23. 1984. G. Orwell.
24. Guerra y Paz. Leon Tolstoi.
25. La Perla. John Steinbeck.
26. Sostiene Pereira. Antonio Tabucchi.
27. Juan de Mairena. Antonio Machado.
28. Cándido. Voltaire.
29. A sangre y fuego. Chaves Nogales.
30. El retrato de Dorian Gray. Oscar Wilde.
31. Yo acuso. Emile Zola.
32. Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar.
33. Confesiones. J.J. Rousseau.
34. La Odisea. Homero.
35. La Iliada. Homero.
36. La vida es sueño. Calderón de la Barca.
37. Cuatro hermanas. Jetta Carleton.
38. La Guerra civil española. Hugh Thomas.
39. Democracias destronadas. José Castillejo
40. La familia de Pascual Duarte. Camilo J. Cela.
41. El gato de Schrödinger en el árbol de Mandelbrot. Ernst. P. Fischer
42. Rojo y Negro. Stendhal.
43. ¿Por qué soy cristiano?. Jose Antonio Marina.
44. La Regenta. Leopoldo Alas, «Clarín».
45. La República. Platón.
46. Cartas de España. José M. Blanco White.
47. Patria. Fernando Aramburu.
48. Jane Eyre. Charlotte Bronte.
49. La isla del tesoro. R. L. Stevenson.
50. Vida y Destino. Vasili Grossman.
51. Las armas y las letras. Andrés Trapiello.
52. El corazón de las tinieblas. Joseph Conrad.
53. La imaginación histórica. Justo Serna.
54. Sin noticias de Gurb. Eduardo Mendoza.
55. De rerum natura. Tito Lucrecio.
56. Nuestra especie. Marvin Harris.
57. El anillo del Rey Salomón. Konrad Lorenz.
58. Bel Ami. Guy de Maupassant.
59. Narraciones extraordinarias. Edgard Allan Poe.
60. Essais. Montaigne.
61. El lazarillo de Tormes. Anónimo.
62. El criterio. Jaime Balmes.
63. Orgullo y Prejuicio. Jane Austen.
64. Londres. Julio Camba.
65. El libro de buen amor. Arcipreste de Hita.
66. Aventuras de Sherlock Holmes. Arthur Conan Doyle.
67. Asesinato en el Orient Express. Agatha Christie.
68. Los santos inocentes. Miguel Delibes.
69. Papá Goriot. H. de Balzac.
70. Yerma. Federico García Lorca.
71. El Vértigo. Evgenia Ginzburg.
72. Historia de los griegos. Indro Montanelli.
73. Rimas. Gustavo Adolfo Bécquer.
74. Don Camilo. Giovanni Guareschi.
75. El viejo y el mar. Ernest Hemingway.
76. Siddharta. Herman Hesse.
77. Cuentos. Hermanos Grimm.
78. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Bernal Díaz del Castillo.
79. El 93. Victor Hugo.
80. El guardián entre el centeno. J. D. Salinger.
81. Allá lejos y tiempo atrás. W. H. Hudson.
82. El conde Lucanor. D. Juan Manuel.
83. El bucle melancólico. Jon Juaristi.
84. Utopía. Tomás Moro.
85. La Metamorfosis. F. Kafka.
86. El Tartufo. Molière.
87. La conjura de los necios. J. Kennedy Toole.
88. Artículos. Mariano José de Larra.
89. El príncipe. N. Maquiavelo.
90. Romeo y Julieta. W. Shakespeare.
91. Examen de ingenios para las ciencias. Juan Huarte de San Juan.
92. Moby Dick. Herman Melville.
93. Drácula. Bram Stoker.
94. Frankenstein. Mary Shelley.
95. El sometimiento de las mujeres. J. Stuart Mill.
96. Viaje de un naturalista. Charles Darwin.
97. Viaje por España. E. Pardo Bazán.
98. El enamorado de la Osa Mayor. S. Piasecki.
99. Antología poética. Francisco de Quevedo.
100. Juventud, egolatría. Pio Baroja.

…

El principito. A. de Saint-Exupery.

Ensayo sobre la ceguera. José Saramago.

Requiem por un campesino español. Ramón J. Sender.

Un caballero en Moscú.  Amor Towles.

San Manuel Bueno, mártir. Miguel de Unamuno.

Madame Bovary. G. Flaubert.

Idearium español. Angel Ganivet.

Cumbres borrascosas. Emily Brontë.

La ingenua libertina. Collette.

Fragmentos de interior. Carmen Martín Gaite.

Últimas tardes con Teresa. Juan Marsé.

Imperofobia y Leyenda negra. María E. Roca Barea.

Garcilaso, Góngora, Fray Luis de León, Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Rilke, Tagore, Valera, Vazquez Montalbán, Walter Scott, Chateaubriand, Muñoz Seca, Sienkiewicz, Gogol, Turgueniev, Puschkin, Jules Verne…

Esto es lo que veo indispensable para mí aunque, como a cualquiera, me falta espacio y me dejo por el camino autores y obras -entre otros los citados más arriba- pero es lo que da de sí constreñir estas cuestiones a 100, a 101 o a 500.

Siempre se nos quedará algo por la ruta. Leamos aunque no los podamos subir al catálogo. Es lo de menos. No los abandonemos estén en el ordinal que estén o aunque no aparez­can en lista alguna, lo que viene a certificar la inutilidad de hacerlas. Pero no nos resistimos…

P.S. Pondría 101 obras de Baroja. No es por falta de gusto. Quizá no procede: lo dejaremos para otra lista.

Valencia, 21 de enero de 2021.