Vacunación

Comenzamos a vacunar el domingo contra la COVID-19 en las residencias de  mayores y de discapacidad | Comunidad de Madrid

No se suele ser generoso con la Administra­ción y es más fácil criticar ácidamente -y socialmente parece que queda mejor- que reconocer sus aciertos cuando los tiene porque, asombrémonos, a veces los tiene.

Con todo lo que se está diciendo sobre la gestión de la pandemia del Covid-19, y no siem­pre en tono positivo, sí hay una cuestión que es conveniente exponer. Hemos sido llamados a ser vacunados los pasados días y acudir al centro montado provisionalmente en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia es toda una expe­riencia positiva. No sé si es mérito de la Generalidad valenciana, de su Presidente Ximo Puig -viejo conocido-, de la Consellera Sra. Barceló, del Psoe o de todos a la vez pero hay un dato objetivo: es una maravilla y funciona de forma extraordinaria. 

Desde la convoca­toria a través de sms al móvil con todos los datos necesarios, la llegada al lugar, los suce­sivos controles de acceso plenos de amabilidad, la entrada, los puntos de higiene, la recepción, la pequeña cola, el último control y la inyección (una con Jannsen y el otro con Pfizer) todo es de una pulcritud y ama­bilidad extremas. Pasas a la espera pruden­te de los 15 minutos, por si acaso, y ¡a casa!

Es un tema no menor el del reconoci­miento y bueno es que critiquemos lo negativo y seamos exigentes pero es menester ser justos y cuando las cosas se hacen bien gobierne quien gobierne o sea gestor el que lo sea, es inmoral, indecente diría yo, no manifestarlo. Por ello gracias, muchas gracias, a la Administración y la gratitud comprende, claro es, a todo el personal concernido sea subalterno, auxiliar, médico o administrativo.

Vaccination innovation chart
Intervalo temporal entre el descubrimiento del patógeno (inicio) y el desarrollo de la vacuna (fin).

Y si esto de la vacunación está siendo posible se debe obviamente a una premisa fundamental: hay vacunas. Hay, hasta ahora, cuatro aceptadas y dispensándose y es un auténtico portento que en menos de un año se pueda disponer de tales recursos gracias al esfuerzo de capital, humano y científico de muchos países, sociedades y empresas.

Por ello y no siendo experto en absoluto no veo claro el camino que alegremente a veces se vocifera: ”hay que liberar las patentes”. Si se quiere cercenar la innovación y la investigación médico-científica, quizá ese es el rumbo. Otra cosa es imponer o expropiar temporalmente o el modo coercitivo necesario para que eventualmente otros puedan fabricar el producto, con todas las garantías de secreto y privacidad necesarias, para que las vacunas lleguen en más cantidad y con mayor rapidez a todo el planeta, con especial atención al tercer mundo.

En Valencia, 14 de mayo de 2021.

Dejar un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar