Disfunciones monumentales en València

Escultura del Pintor Pinazo en la calle Colón.

Esta nota la escribí hace casi dos años y está tal cual. Sólo añadiré una incongruencia descubierta hace poco porque con esto del estado de alarma, que igual vale para un roto que para un descosido (¡qué bonito es tener el B.O.E. para uso personal!), no hemos salido de casa hasta hace muy poco y por ello el descubrimiento es reciente.

Aquí el original:

Un tema curioso en València es el de la ubicación de sus estatuas, bustos y grupos escultóricos dedicados a alguien. No tienen suerte. Veremos qué cantidad prodigiosa de ellos no están donde debieran o al menos donde quizá sería lógico que estuvieran. Supongo que en otras ciudades pasa lo mismo. Puede ser, pero siempre me ha resultado curioso y extraño.

Voy a reseñar lo que yo conozco y recuerdo, los que tengo en la retina. Seguro que hay más, pero de su búsqueda pueden encargarse otros.

Empecemos por algún lado: la Glorieta. No tiene, que yo sepa, nombre oficial y responde al término francés «gloriette». Están en ella nada menos que cuatro esculturas de cuatro personajes: el conjunto del Dr. Gómez Ferrer y los bustos del Pintor Muñoz Degrain, del Pintor Domingo y del Pintor Agrasot. Por si faltaba algo, también hay un monumento a la Capa Española.

En la Gran Vía de Marqués del Turia no hemos acertado ni uno y están, en sentido ascendente, el Marqués de Campo (en el centro, por cierto, de la plaza de Cánovas del Castillo), Teodoro Llorente Olivares y el Llaurador Valencià. Este monumento a Teodoro Llorente merece una triste reflexión: no le cabe más cantidad de excrementos de aves encima y está rodeado en las cuatro esquinas por magnolios o ficus tan potentes que apenas permiten su visión. En uno de los lados del pedestal hay una inscripción en altorrelieve que dice “Valencia le coronó” (como poeta, se entiende). Bien. Valencia le tiene, para pública vergüenza, abandonado. 

Escultura del Marqués de Campo situada en la Gran Vía Marqués del Turia.

Naturalmente en la Plaza del Poeta Llorente, el pintor Ribera.

En Antic Regne, el Maestro Serrano.

En la Gran Vía de Ramón y Cajal, cerca ya de la plaza de España, el Cid. Y en un lateral de la plaza de España, San Vicente Mártir.

En la Plaza del Ayuntamiento, Vinatea.

En la Plaza de América, tres: Un elemento, sobre un pedestal, llamado “Victoria de Valencia” y dos bustos: uno, dedicado a Teodoro Llorente Falcó y el otro, a Simón Bolívar.

En la Gran Vía de Fernando el Católico, Salvador Giner.

En la Plaza de Tetuán, San Vicente Ferrer.

En la Plaza de Nápoles y Sicilia, la escultura de Ignacio Pinazo “El Saque”. Es cierto que muy cerca está la calle de Trinquete de Caballeros. 

En la Alameda, el monumento al Dr. Moliner y los bustos de Luis Santángel y el del Botánico Cavanilles, así como el del Dr.Rodriguez Fornos.

En la Plaza de la Armada Española, Joaquín Sorolla.

En la Plaza dels Porxets, Blasco Ibañez.

En la calle Guillem de Castro, el Palleter junto a las Torres de Quart y Miguel de Cervantes cerca de la Beneficencia.

En la Plaza del Temple, el pintor Vicente López Portaña, el escultor Ignacio Vergara y el pintor Bernardo Ferrandiz.

En la Plaza de la Virgen, la horrenda fuente representativa del río Turia y sus acequias y en la Plaza Cors de la Mare de Deu, el canónigo Liñán.

En la calle de Colón está el Pintor Pinazo y en la Plaza de los Pinazo, ¡un perro! 

En el chaflán de Colón con Jorge Juan una instalación de Alfaro, pero no es Cristóbal Colón, ni Jorge Juan.

Escultura de Andreu Alfaro en la calle Colón con Jorge Juan.

En la calle del Cronista Carreres y dentro de una alberca hay una señora desnuda -de bronce, claro- en posición sedente y representando o llamada “El Sol”. No es, estoy seguro, el Cronista Carreres.  

Finalmente, el que no ha tenido suerte es nuestro Rey D. Jaime: tiene dos y los dos mal: uno está -el principal- en la Plaza de Alfonso el Magnánimo y el otro en la Plaza de Zaragoza.

Hay muchas más que no conozco o en las que no me he fijado, pero si he reparado en bastantes en las Alameditas desde el puente de San José hasta el de la Trinidad (Savador Tuset, Azorin, Mistral, José Benlliure…), así como en los jardines del Real donde al menos habrá entre 20 y 30 de las que se desconoce por qué están allí.

No se incluyen los Santos en los puentes de San José, Trinidad, Real y del Mar así como los personajes alegóricos y míticos, mitológicos o conmemorativos que básicamente están bien donde están (incluidos traslados explicables en su momento).

Mención aparte merece el busto de Luis Vives que estaba en la Plaza de Brujas junto a la fuente de la Melancolía de Durero (esta, todavía, no repuesta) y que, ¡oh milagro!, ha sido trasladada a la plaza de Margarita Valldaura junto a la calle Luis Vives.

Parece ocioso decirlo pero casi todos los personajes citados -si no todos- tienen una calle dedicada en Valencia.

El añadido:

El Sambori -me gusta más llamarlo así y de este modo no tengo que usar la palabra Rayuela que, como es sabido, me produce urticaria, no por el juego infantil sino por la infame novela- está, de repente, en la Plaza del Ayuntamiento. No sé si existe algún monumento dedicado al juego infantil y/o han pensado diseñarlo y ponerlo en algún sitio. No hace falta, ya está en la plaza y bien hermoso. Espero que no dure tanto como el que hace unos cinco años, más modesto eso sí, se montó ante la Lonja de la Seda, Patrimonio de la Humanidad. Ea! Para eso somos Capital mundial del Diseño 2022.

València 2 de junio de 2020.

Plaza del ayuntamiento de València (Foto: Irene Marsilla).

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